El huracán John tocó tierra la madrugada de este martes en las costas de Guerrero y Oaxaca, tras intensificarse a categoría 3 en la escala Saffir-Simpson. Con vientos sostenidos de 195 km/h y rachas de hasta 220 km/h, el fenómeno ha provocado lluvias extraordinarias, inundaciones y olas de hasta 7 metros de altura en la región.
Las autoridades han emitido alertas para diversas zonas, especialmente en Punta Maldonado y Copala, Guerrero, donde el huracán ha causado afectaciones significativas. Se espera que las fuertes lluvias también impacten otros estados como Chiapas, Puebla y Veracruz, extendiéndose incluso hasta el centro del país.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) mantiene activas las zonas de prevención y ha instado a la población a extremar precauciones, mientras la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha desplegado personal y recursos para atender posibles emergencias derivadas de cortes eléctricos y daños por el temporal.
El impacto de John llega justo cuando la costa sur de México aún se recupera de los efectos de ciclones pasados, lo que subraya la importancia de estar alerta ante posibles desastres naturales.
Por desgracia, se sabe que dos personas han fallecido por un deslave en Tlacoachistlahuaca y 98 mil usuarios han quedado sin luz. En Oaxaca también se registraron deslaves en Salina Cruz y Puerto Ángel, y las lluvias han provocado el cierre de aeropuertos de Pto. Escondido y Huatulco.
La tolerancia sin freno destruye los derechos que pretende proteger
